sábado, 16 de junio de 2012

Manuel Llaneza Zapico
(Veneros, Lada, 14 de enero de 1879-24 de enero de 1931) fue un sindicalista y político asturiano fundador del Sindicato de Obreros Mineros de Asturias (SOMA) y alcalde de Mieres.






Manuel Llaneza nació el 14 de enero de 1879 en Veneros (parroquia de Lada, Langreo). A los dos años se traslada con su familia a Barruelo de Santullán, en la cuenca minera de Palencia y allí comienza a trabajar a los once años. En 1902 vuelve a Asturias y trabaja en la mina Poca Cosa de Mieres, ingresando en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) un año más tarde.

Por participar en la Güelgona de 1906, es despedido de su trabajo emigrando al norte de Francia, donde trabajó de minero (en la Société des Mines de Liévin) y conoció el sindicalismo francés y belga. En particular, el sindicato reformista de orientación tradeunionista dirigido por Émile Basly en la cuenca Nord - Pas-de-Calais le sirvió de inspiración para fundar el primer sindicato de industria de España a su vuelta a Asturias, donde hasta entonces sólo habían existido organizaciones locales y de oficio muy débiles.
En 1910 volvió a Mieres y fundó en noviembre del mismo año el «Sindicato de Obreros Mineros de Asturias» (SOMA), que se integró al año siguiente en la UGT. Desempeñó el cargo de secretario general de este sindicato prácticamente de forma ininterrumpida hasta su muerte.
En el ámbito más político, fue concejal del ayuntamiento de Mieres en 1911. En las elecciones municipales de 1911 accedió al cargo de alcalde, puesto que ocupó hasta 1919. Estuvo preso por ser uno de los cabecillas de la huelga de 1917. Entre 1920-21 se pronunció contra el ingreso del PSOE en la III Internacional o Internacional Comunista.
En abril de 1920 durante el mitin celebrado en Moreda el líder socialista gritaba mordiendo casi sus palabras: En este momento se está sosteniendo un duelo a muerte entre el sindicato católico y el sindicato socialista. En Moreda el jesuita Sisinio Nevares había logrado fundar un Sindicato Católico que llegando a desafiar la tormenta de 1934.



Manuel Llaneza Zapico
Fundador del sindicato minero SOMA-UGT


En las elecciones generales de 1923 fue elegido diputado a Cortes por Asturias, pero sólo llegó a ocupar el escaño unos meses, al producirse el golpe de estado de Primo de Rivera.

 

Durante la dictadura fue uno de los artífices de la política de colaboración de la patronal y hasta con el gobierno llegando a entrevistarse con Miguel Primo de Rivera. Uno de los mayores logros de Llaneza fue la concesión de 25 céntimos por tonelada de carbón, destinada a construir y mantener un orfanato minero. También promovió la construcción de varias Casas del Pueblo. En contra esta colaboración recibió una fuerte contestación de las bases y, tras el XII congreso del PSOE de 1928 cambió de orientación y se desmarcó de la dictadura.


Manuel Llaneza representó a los mineros españoles en el Congreso Internacional de Ginebra de 1929. Un año más tarde, el 24 de enero moría, en vísperas de la caída de la dictadura.


Carta de un minero a Manuel Llaneza


(Víctor Manuel San José)

Muere el sol y la tarde mientras subo camino del cementerio
a dejar unas flores, una carta, una queja y si acaso algún rezo
trae la tarde recuerdos de aquellos tiempos
y me llega el murmullo del río negro.

Tú sabes que al minero si no le pinchan nunca es guerrero,
tú sabes que gritamos porque estamos cansados de ser pequeños,
de que inventen batallas los viejos perros
que anteayer se pusieron collares nuevos. (*)

Desde que tú te fuiste, Manuel Llaneza,
desde que tú te fuiste sólo hay silencios.


Tú sabes que en tajo paleando tierra sólo pensamos
en la muyer y el guaje y trabayar como burros para estudiarlo,
pa que no baje el pozo si yo lo puedo,
que para eso su padre ya fue minero.

Tú sabes que los trapos en nuestra casa hay que lavarlos
y luchar cada día porque las cosas cambien su estado
y a las voces de fuera yo no me presto
pa que ganen su gloria con nuestro esfuerzo.

Tú fuiste un buen paisano y ganaste la gloria con tu trabajo
y pa hacer la justicia no llevaste en la mano piedra ni palo
que a nosotros nos sobran cantos extraños
y nos falta tu mano para guiarnos.

(*) La versión original dice:
de que inventen batallas los de allá lejos
pues con otros collares, son esos perros
(1969)



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